Bianca Recanati sufrió un grave esguince en el último superclásico del fútbol femenino y hoy, un mes después, ya se puso a disposición del entrenador Christian Meloni y hasta sumó minutos en los últimos dos encuentros de las Gladiadoras.
“Borrón y cuenta nueva, ahora estoy feliz de volver a jugar”, así comienza la charla con el sitio oficial Bianca Recanati, que llegó al club para esta temporada con el equipo de fútbol femenino y tuvo un fatídico debut en el superclásico ante River. Sufrió un esguince grave luego de una fuerte plancha de la arquera Florencia Chiribelo cuando promediaba la primera mitad del superclásico que terminó empatado 1-1.
“En el momento de la patada no sentía la pierna, desde un primer momento fui consiente que tenía un esguince importante. Pudo haber sido peor, por suerte ya pasó todo”, relata la santafesina que volvió a ver la jugada, pero enseguida empezó a pensar en la recuperación y dejó de lado ese debut agridulce con la camiseta xeneize.
“El mismo día de la lesión, la arquera me mandó un mensaje para ver cómo estaba. Me dijo que no había tenido intensiones de hacerme mal. Y hace poco también lo hizo cuando se enteró que había vuelto a las canchas”, afirma Bianca que no tiene ningún tipo de rencor.
La rehabilitación la marginó de las canchas durante un mes. “Fue todo muy rápido, pensé que me iba a llevar más tiempo. En la recuperación tuve que usar la férula por una semana, acompañada de mucho hielo, masajes para sacar el hematoma y desinflamarlo con medicamentos. Después de esa etapa llegaron los trabajos en el gimnasio para fortalecer la zona y de ahí saltar al campo de juego con trabajos diferenciados hasta poder acoplarme al resto del plantel”, afirmó la defensora del equipo de Meloni.
Hoy, un mes después de aquella tarde en el superclásico ya se reincorporó a los entrenamientos y hasta pudo jugar los últimos 15 minutos en la victoria ante Estudiantes donde corrió, marcó y luchó pelotas con todo, y en el último cuarto de hora del juego ante Racing del último sábado en el Predio Tita Mattiussi.
Bianca llegó a Boca en este semestre procedente de Newell’s. Sólo tiene 20 años y es de Armstrong, Santa Fe. “Estamos en un equipo con un alto nivel de profesionalismo, distinto a la Liga Rosarina, que es dónde jugaba. Por suerte me pude amoldar rápido y estoy feliz de estar en Boca”, relata con una sonrisa en su rostro.